miércoles, 31 de octubre de 2012

Bacilación de un psicoactivo

"En el reino de la sobre coma..."
 
ANTECEDENTE: Oyente visual, elijamos dos nombres (lo más estereotipados posibles para romper los esquemas con un toque de ají): Atahualpa y Alicia. La primera con raíces incas y tendencia homosexual, la segunda con una visión a lo típico "europesco". Elijamos un equivalente a la historia revolucionaria, la cocaína.
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Estaban las dos en esa alfombra rugosa, de tres colores familiarizados (azul, celeste y blanco), alucinando: Alicia divagaba sin rumbo por callejuelas de Amsterdam o Nueva York, queriendo siempre vivir realmente en aquellos lugares tan bien pintados con óleos realistas; Atahualpa se fundía en el rose de sus hombros con los de su compañera, se derretía poco a poco y se encarnaba en la capa de células que se contactaban. Las dos estaban nadando en cocaína por diferentes razones: Alicia por su amor a las drogas duras, a las fotografías de ella adhiriéndole a su cuerpo, al mundo populezco de alta alcurnia; Atahualpa por la obsesión de ver esa sonrisa atontada en la otra, por volver a ver caer esos ojos que parecieran estar siempre despiertos, por ver enrojecida esa nariz que hace contraste con la piel pálida de Alicia. Alicia relata todas sus experiencias con algún viril de la época, mientras Atahualpa finge entenderle y aconsejarle vagamente, cuando en realidad sólo deja que sus ojos bailen la ritmo de los labios de su interlocutora. Atahualpa está profundamente enamorada. Atahualpa conoce el amor incondicional.
Cuando se encuentran solas, Alicia pareciera ser la pareja perfecta, Atahualpa se deja embriagar por el elixir de la amistad, pero se traga la ponzoña de los esquemas sociales hombre-mujer, mujer-hombre, hombre-mujer, mujer-hombre. La indígena no hace más que reflexionar sobre su envenenamiento pasional, busca soluciones a un amor tan profundo y las encuentra, las desecha para volver a enamorarse. Alicia vive la vida drogándose, es una vividora, es una soñadora, será una adicta. La amistad de las dos va más allá de una simple conversación en la realidad, se encuentran en lo onírico y se abrazan, Atahualpa prepara todo un escenario, todo un Set & Setting para recibir a su codiciada, pero esta la bombardea con edificos, cámaras fotográficas, montañas de Nutella y botellas de Coca-Cola.
Alicia puede pensar más allá del mundo superficial, ella tiene capacidades y no las gasta por simple capricho, por la obsesión de ser una más, porque le gusta la "G" de globalización, porque adora estar en la marea. Atahualpa le descubre, le palpa, le lee, le predice y se enamora, y se enamora, y se enamora.
Atahualpa deja de arreglarle la vida a Alicia, pues conoce el origen de la droga dura: la raíz equivalente de la resistencia, del valor y la fuerza de voluntad, la hoja de coca. Atahualpa corrió entregando mensajes sin parar, de una región a otra (del cerebro) de Alicia, pero jamás utilizó el estimulante adecuado. Las dos estaban ahogándose en la adicción, los síntomas de la abstinencia y la poli-polaridad. Atahualpa revienta en declaraciones incas y lamentos aborígenes, Alicia se intoxica de confusión. La mujer europea asume vivir pendiendo de las venas de su amiga, respirar de las arterias de su compañera, purificarse de las linfas de su amor platónico...
Atahualpa deja el amor incondicional para regresar y recorrer su Camino del Inca, Alicia se muere caminando en las blancas líneas de Francia. La hoja de coca da vida y resistencia antes de toda la síntesis de la cocaína, que refina tanto lo bueno como lo malo.

Des-compuestos

No nos importa lo que digan, ni lo que piensen, ni como se envíen señales eléctricas sus neuronas, ni cómo conversan las otras células, ni cómo se pelean las fibras, ni cómo se comparten los átomos. No nos interesa vivir del magenta, del manganeso, del terracota, del pistacho. No nos incumbe matar, ni morir, ni vivir, ni dar vida. No somos uno, pero tampoco somos todos. No somos magnetita, ni ónix, ni ámbar, ni pirita.

 

martes, 30 de octubre de 2012

La resistencia se deleita


Perdí una batalla, pero no la guerra... me acaba de dominar el sentimiento pagano y no soporté llenarme de pinturas y cositas en acorde con la fecha <3.
No es tarde para no hundirse solo: es una sátira de los creyentes, pues estoy muerto y vivo como rey.
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lunes, 29 de octubre de 2012

Aire náutico

Dichoso me siento al fingir mi dicha y obtener resultados.
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Impotencia onírica

Agradezco el descanso, comúnmente nocturno. Aborrezco aquel oportunista ladrón de energía que se posiciona en la esquina de nuestros pies, primero para ver qué soñamos, luego para reírse un poco y por último para llevarse todo aquello que significa enérgico para nuestro nuevo amanecer (aunque sea nocturno, un amanecer es un amanecer metafórico y simbólico). Pongo en pie la campaña contra el ladrón de la materia prima para vivir, ya ni siquiera se tiene que dormir para agarrarle... El tema es porque se hace más difícil durmiendo...Más difícil se me hará hacerle dormir después te tanto caos para su final y entierro.

"Muerte es cuantas cosa vemos al despertar, sueño es cuantas al dormir." Heráclito.

domingo, 28 de octubre de 2012

En las dunas marinas


(el público entra en la sala, cada uno se ubica en su butaca de mimbre, Antecedente abre el telón celeste y se para en medio del escenario generando un espectáculo de luminosidades imaginarias)
ANTECEDENTE: A las hermanas Turritopsis se les abrió el mar, era el momento para comenzar a crear en agradecimiento de los frutos terrestres. La historia en este lugar iba al revés.
 (el público escucha las últimas palabras de Antecedente y se derrite, en esta historia el público es el protagonismo)
ANTECEDENTE: Dohrnii y Nutrícula se adentraron en aquellas sábanas tan mojadas, después de haber terminado con la razón del hombre, después de demostrarle el error de manipular la vida ajena. Dohrnii y Nutrícula exiliaron al ser humano de la existencia y comenzaron a reescribir la creación.
(entran Dohrnii y Nutrícula, cada una con su ornamenta argumentada de valor)
ANTECEDENTE: Las hermanas se llevaron a las montañas consigo, al tener que bajar a las profundidades del azul. El planeta volvía a ser piramidal, pero toda la superficie bajo agua permanecía muerta y violada.
(Dohrnii y Nutrícula se dan cuenta de que no quedan más semillas en el lugar, irse por algunas podría significar la culminación del planeta hueco)
ANTECEDENTE: Bacilaron sus decisiones, se intranquilizaron por el morir de su origen y ahora se ahogaban en simples prejuicios de la imposibilidad, del miedo, de la catástrofe del desastre conocido y comprendido (y asumido). La vida salvaba a la vida y la muerte salvaba a la muerte, ¿en qué parte se detalla que la vida salva a la muerte? Si conocían todo el universo y el inverso por completo, tendrían la solución. 
(Antecedente muere al terminar sus últimas frases, las medusas no le celebraron el funeral..)
OMNISCIENTE: "Siempre es más oscuro antes del amanecer". En las dunas marinas se posaban los dos porcentajes de agua, filosofando y averiguando en el manual de lo imposible para traerlo al posible. Deciden morir. Los seres inmortales se deciden por un destino mortal tan variable como las disonancias de sus tentáculos que se enredan entre uno y otro, convulsionan para dar paso a la muerte y se retorcen de lado a lado hasta culminar en la superficie. Se derritieron, una de ellas se volvió pólipo y se instaló en la arena y la otra se volvió un material líquido y consistente, difícil de digerir para el pólipo, las raízes del animal viajaron hasta el centro hueco del planeta y en él vomitaron la vizcosidad del otro. Entre las dos volvieron a formar el magnetismo del cuerpo celeste, giraba y giraba pesadamente entre galaxia y galaxia, pero le internaron en un curso donde haya un son que no le queme la piel. Ya muertas, comenzaron a escribir sobre el limpio papel, la inmortalidad de la vida en las dunas marinas
(Las hermanas escucharon al Omnisciente y siguieron su relato al pie de la letra, fingieron morir y fingieron revivir, el público se condensa y se cierran el telón de agua)

Había una vez...

Con una metamorfosis que implica la espontaneidad de mis palabras y la traducción en Trebuchet, doy comienzo a otra náutica. No tiene finalidad necesaria ni tampoco una inutilidad, su existencia compensa la de quién lo lee (si es que lee, de lo contrario no existe...).
Se me asustan los dedos en la creación del universo, sabiendo que hubo, hay y habrán otros tan hermosos y tan putrefactos.
Ni Salomón dudó en convertirse en vegetal, ni la alpaca se perdió alguna vez en el saxátil, ni siquiera alguna de estas palabras son sáxeos. Eses.