viernes, 24 de mayo de 2013
Sobre-compuestos
Nos acoplamos con el sol, digerimos los astros, nos hundimos en la sustancia negra del vacío. Acostumbramos a disfrutar de los festines explosivos astronómicos y luego seguimos deleitándonos de los berrinches del hidrógeno. Jugamos eternamente a combinar metales y los más suertudos confeccionan telares minerales. No nos condenamos a las cuevas y tampoco a las quebradas, no nos sometemos a las desesperaciones y con tanta luz no existe descanzo. Como encadenados, tampoco nos asociamos a la coherencia, ni nos abrigamos en la cohesión. Claramente convocamos la magestuosa presencia de la vida y le enamoramos con la muerte. Combinamos la hexagonal célula con la otrora ovalada. Mezclamos la estrella y el sentimiento, la hormona y la matemática. Aparecemos con la luna y continuamos en la tierra.
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